Como ya comentamos hace unas semanas, la redacción de Street of Games había decidido por unanimidad darles un hueco en la página a algunos de los grandísimos juegos que se publicaron el año pasado y que por diversos motivos no habían tenido cabida en nuestra web. El siguiente juego elegido ha sido NieR Automata. Pero en este caso, hemos decidido hacer un análisis de las sensaciones que nos ha dejado el juego, en lugar de un análisis al uso. Este artículo contendrá algunos SPOILERS de la trama. Estáis avisados.
¿Qué intenta NieR Automata?
Desde un primer momento el juego quiere que cuestionemos nuestras acciones. Cuando el juego arranque, nos explicarán que hay un conflicto bélico en la tierra con dos bandos enfrentados, androides y máquinas. Los androides luchan en nombre de los últimos humanos refugiados en la luna. Las máquinas luchan en nombre de los alienígenas que quieren conquistar la tierra. Nuestras órdenes son claras: debemos de exterminar a todas las máquinas.
Lo extraño llega cuando entramos en el mundo abierto y nos damos cuenta que la inmensa mayoría de las máquinas que allí se encuentran no son hostiles. Solo nos atacaran si nosotros atacamos primero para defenderse. ¿Qué sentido tiene matar a unas criaturas inocentes sólo por seguir órdenes? ¿Sólo porque son máquinas o por estar en el bando contrario? Son preguntas complicadas de responder tan pronto.
El conflicto no quedará ahí, ya que más tarde nos daremos cuenta de que las máquinas tienen sentimientos. Al principio nos dirán que las máquinas intentan replicar los comportamientos humanos, pero más tarde veremos que hay mucho más que eso. Las máquinas tienen sentimientos reales y sinceros. Incluso más que los propios androides de Yorha (unidad creada por los últimos humanos), a los que por cierto se les prohíbe tener sentimientos. Quizás se les prohíba para que no muestren piedad ante los engendros que se han apoderado del planeta Tierra. Más tarde veremos que hay muchas máquinas que han abandonado totalmente las armas, e incluso colaboran con nosotros. Entonces ¿quiénes son los buenos?
El juego quiere que cuestionemos nuestras acciones. Nuestras acciones en el juego afectarán negativamente a otros seres que, aunque no sean humanos, tienen alma y sentimientos reales. En este contexto, ¿la violencia tiene sentido? No, no lo tiene. NieR Automata intenta mostrar que la violencia no soluciona las cosas. La violencia lleva a más violencia. El camino debe ser otro. Pero nadie lo ve.
¿Qué consigue?
NieR Automata no solo quiere que cuestionemos nuestras acciones. Lo que realmente quiere decirnos es que vayamos a la raíz de todo, nuestro propósito. El propósito es lo que nos mueve, lo que nos hace actuar. ¿Qué pasa cuando nos damos cuenta de que nuestro propósito no tiene sentido?
El propósito que ha llevado a la guerra entre los androides y las máquinas es recuperar la Tierra para los seres humanos. Eso es lo que lleva a los androides a esa espiral infinita de violencia. Pero, en los compases finales de la segunda vuelta, descubriremos que ese propósito no es tal. No luchamos por recuperar la Tierra. Luchamos por una razón totalmente superflua (que prefiero no desvelar). La guerra no tiene ningún sentido. Y lo peor es que las máquinas ya se habían dado cuenta. Los androides, que, repito, tienen prohibido tener sentimientos, no lo sabían. Por eso las máquinas solo luchan por defenderse. Cuando perdemos nuestro propósito, nos quedamos sin nada. Y eso es lo que le pasa a 9S. El seguirá luchando, pero lo hará por proteger a 2B, ya que ha desarrollado hacía ella un sentimiento más allá del compañerismo.
Al comienzo de la tercera vuelta, viviremos un acontecimiento totalmente inesperado, que nos hará ver cuáles son las verdades consecuencias de la violencia. Ahí es simplemente cuando el propósito se convierte en venganza. Cuando ya no se lucha por proteger, se lucha por ver sufrir a los que te han hecho daño. Los personajes perderán totalmente su razón de ser y matarán porque sí. A eso es lo que lleva la violencia, a una espiral de autodestrucción. Y no sólo eso. La violencia desenfrenada acaba llevando a la locura, que es lo que le pasa a nuestro personaje cuando lo pierde todo.
¿Qué pintan los tres androides en todo esto?
2B, 9S y A2 son los tres protagonistas de esta historia. Tres formas de ver la violencia y el propósito totalmente distintos.
Por su parte, 2B es una soldado al uso. Seguirá las órdenes sin cuestionarlas, aunque vayan en contra de sus principios. 2B no necesita un propósito para luchar, necesita una razón para moverse, para actuar. Si habéis leído las novelas, sabréis que la misión de 2B siempre fue matar a 9S una y otra vez. Esta secreta misión le fue encomendada por la propensión de 9S a ser curioso y descubrir demasiado. Cada vez que 2B mata a 9S, este pierde sus recuerdos y se convierte más en “un androide”. Para 2B, esta tarea será cada vez más difícil de ejecutar, pero seguirá haciéndolo. Porque necesita una razón de ser. Y esa razón es su compromiso con Yorha. Es su camino hacia delante.
9S, por el contrario es un androide investigador. El estará encargado de investigar los lugares de los hechos para sacar conclusiones. Pero esa naturaleza curiosa, le llevará a enterarse de más de lo que debe. Es por eso por lo que 2B tendrá que matarle. El será el que nos descubra el verdadero propósito de la guerra. Cuando pierda todas las razones para luchar, se volverá totalmente loco y seguirá matando solo por venganza. Al perder su propósito, 9S pierde la razón porque siempre necesitamos algo que nos mueva. Al final del juego, descubriremos que 9S siempre supo que 2B tenía la misión de matarle. E incluso sabiéndolo, el seguía sintiendo por ella. La espiral de locura en la que entra 9S es digna de ser vivida.
A2 es el contrapunto de estos dos. Ella sabe toda la verdad, lo que la convierte en un androide defectuoso para Yorha. Aun así, como fugitiva elige su propio camino libremente, al contrario que los otros dos. A2 no necesita un propósito para moverse, para actuar. Y aun así llega hasta el final por cumplir una promesa hecha a uno de estos dos androides. Ella es la demostración de que no necesitamos un propósito, solo elegir el camino que prefiramos. Prefiere ser una fugitiva a luchar por un propósito sin sentido. No es el propósito lo que nos define, nos define el camino que elegimos.
¿Qué significa el final?
Al final vemos los verdaderos resultados tras la violencia. ¿Pero que pasa después de eso? El juego nos pondrá ante una nueva prueba. Al principio será bastante llevadera, pero llegará un punto en el que nos será totalmente imposible. Moriremos una y otra vez. Hasta que llegará el momento en el que el juego nos dirá que alguien nos está ofreciendo ayuda. Si aceptamos la ayuda, completaremos la prueba sin problemas.
Tras completarla, el juego nos preguntará si estamos dispuestos a ayudar a otra persona, al igual que esta lo ha hecho por nosotros. Sólo tendrás que hacer un pequeño sacrificio, borrar tu partida guardada. Puede parecer que no merece la pena, pero tienes que tener en cuenta que si todos hubieran obrado como tú, posiblemente no habrías llegado hasta allí. Es un sacrificio, sí, pero merece la pena. Porque de esto va el final, de darnos la mano los unos con los otros para conseguir el fin de los conflictos. ¿Qué es más importante, tu partida guardada o ayudar a alguien que está pasando por lo mismo por lo que has tenido que pasar tú? Esto va de dejar el egoísmo a un lado y de empatizar con los demás.
Tras esto, veremos el verdadero final del juego. En el veremos que los droides que nos han seguido durante todo el juego también han desarrollado sentimientos por nosotros. Y a pesar de que su programación les dice cuál debe ser su última acción, deciden tomar su propio camino y ayudarnos por última vez, dándonos uno de los mejores finales vistos en un videojuego, un mensaje de paz y cooperación.
Porque esto es lo que intenta enseñarnos el juego. La violencia nunca será la respuesta. La violencia sólo lleva a nuestra propia destrucción. El verdadero camino de la paz es la cooperación. NieR Automata es uno de los mejores juegos que he podido disfrutar nunca. Su Gameplay es sublime, pero a mi parecer, palidece al lado de la experiencia que nos hace vivir. No puedo hacer otra cosa que no sea recomendárselo a cualquiera. Esta experiencia merece ser vivida. Y, como dijo un grande de la industria, los juegos no deben de ser un mero entretenimiento, deben enseñarnos algo.